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Este mes no tenemos uno, sino tres poemas del mes: son los tres ganadores en cada una de las tres categorías de nuestro Concurso Literario.
De este modo, les felicitamos y animamos a continuar convirtiendo en versos sus ideas y sentimientos.
Luna llena
Autor: Francisco Montilla Sánchez, 2º ESO
Luna llena
Pálida noche
en una panada sombría
se observa sin vida
la luna vacía
llorando rota y dolida
por todo lo que sufría.
Debido a sus actos inocencia
y soledad logró atraer
a un débil capataz.
Ella muy tímida
no sabía lo que hacía
dolor y desgracia
la vida le traería.
El capataz y sus catetos
un día la menospreciaban
destacando lo peor
les parecía una gracia.
La luna poco a poco
fue perdiendo su color
y el mal augurio
que le esperaba
lo aceptó sin temor.
El dolor que recaía
el sufrimiento con el que convivía,
le hizo llegar a pensar
en no brillar más.
Pero un día el sol llegó
y con su resplandor
todo el mal ahuyentó
dejando a la luna
una estancia mejor.
El dolor poco a poco se alivió
dejando vacío su corazón
preguntando “qué es lo que soy yo”
Un profundo vacío le inundó,
durante mucho tiempo
su vida abarcó
terminando sin saber
quien no le va a abandonar
quien le va a entender.
Pero al final comprendió
que no todo es dolor
cada caída sanará,
con un poco de apoyo
te sentirás mejor,
porque tu destino es
erradicar nuestro dolor.
Casi onírica
Autor: Alfonso Cantillo Rodríguez, 4º ESO
Casi onírica siempre aparece,
incluso sin una invitación,
a través de la puerta se sumerge.
Amapolas color encarnación
entre sus dos secas manos mantiene.
Cardos emergen a su caminar,
al amor y odio ella se lleva,
ya que al ella, de nuevo llegar,
hace que la ciega mente debata
de su cercano y rápido andar.
¡En vano los grandes logros y el oro,
en vano la frágil y dulce amistad,
en vano el tradicional decoro,
y la impostada solemnidad!
Pesa más la nostálgica memoria.
Pesa más el gran y alegre recuerdo.
Tornada la tristeza en solo historia
aguantará la mente sin desierto
Desgárrame
Autora: Violeta Cardenete Molina, 1º BTO
Déjame ser el neón de tu lámpara,
aquella luz que guíe tu destino,
el sol que te despierta por la mañana
y los momentos más derruidos.
Destiérrame de tus tierras
y de tu mundo como si no hubiera vivido,
sácame de tu edredón
y llévame directa al exilio.
Lo que antes eran versos de amor,
en tinta difusa yo escribo
lo que no pudo ser
y lo que se ha dado por perdido.
En el mar de marionetas sin dueño
se encuentra la base de tus dudas,
si navegaras en él, quizás encuentres
lo mucho que me gustas.
Sin embargo, una venda tapa
lo que tus luceros no quieren ver,
dispuestos a ocultar lo que una vez
no tuvo dificultad en crecer.
Pregunté varias veces al océano
dónde tus lágrimas podrían estar,
pero como entre aguas están perdidas
llorando las deberé de encontrar.
Pero me has desgarrado y desplumado
con unas uñas ennegrecidas,
aunque lloras por ello
como si te arrepintieras.
Siento virutas de pólvora clavándose
en los más profundo de mi ser,
allí donde nacen las entrañas
de la bestia meciéndose sin ver.
Morirán los cuervos para antes deshacerse
de este estropicio. Lavarán sus alas
porque el negro les cubre el pecado
y los llantos cristalinos.
Déjame decirte por última vez cuánto te siento,
cuánto te escribo, que si nuestras miradas
se cruzan que no sean desconfiadas
y se lancen al vuelo del olvido.